“Cualquier sistema que nosotros hagamos tiene que responder
al derecho fundamental a la salud. Y ese derecho
significa igualdad, universalidad, no discriminación”.
CAROLINA CORCHO MEJÍA
Ministra de Salud y Protección Social
Por Félix Orlando Giraldo Giraldo

Ilustración: Infobae
El pasado 13 de febrero de 2023, el gobierno colombiano, presidido por Gustavo Petro Urrego, presentó el Proyecto de Ley ante el Congreso, el cual pretende transformar el Sistema de Salud vigente. Dicho proyecto ha sido atacado con múltiples falsedades por parte de los administradores de los recursos públicos en salud de las llamadas EMPRESAS PROMOTORAS DE SALUD, EPS y los sectores de los poderosos grupos económicos, pues perciben que su lucrativo negocio de la muerte va camino de finalizar. Y se escuchan en los medios de “información” expresiones como: “es un salto al vacío”, “caos estatista”, “destruir el actual sistema es un suicidio”.
El presente análisis busca mostrar en qué consiste tan urgente proyecto, que realmente sí promociona la salud, y no la enfermedad como negocio, para todos los colombianos.
El Proyecto de Ley pretende hacer realidad los artículos 1 y 48 de la Constitución Política de Colombia, así:
Art. 1: Colombia es un Estado Social de derecho organizado en forma de República unitaria, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general.
Art. 48: La Seguridad Social es un servicio público de carácter obligatorio, que se prestará bajo la dirección, coordinación y control del Estado.
…Se garantiza a todos los habitantes el derecho irrenunciable a la Seguridad Social.
…No se podrán destinar ni utilizar los recursos de las instituciones de la Seguridad Social para fines diferentes a ella.
Los pilares o ejes del Proyecto de Reforma a la Salud son:
- Recuperación del manejo público de los recursos públicos.
El actual sistema, creado mediante la Ley 100 de 1993, convirtió la salud en una vulgar mercancía, caracterizado por ser un modelo centrado en la atención médica y enfermedad. Se empezó con 150 administradoras de recursos públicos, hoy ya son 28, pero solo 8 cumplen con los requisitos financieros, jurídicos y de prestación de servicios para manejar tanto dinero: de ahí en adelante, hay una pérdida de esos recursos. Hoy pagamos 6.6 billones de pesos por año a las administradoras, EPS(son más de 70 billones). Es decir, existe un manejo privado de los recursos públicos con unos pésimos resultados en salud. Es inaceptable.
El sistema de salud de hoy se financia completamente con recursos públicos del presupuesto general de la nación. No es cierto lo que afirma el ex ministro de salud, Fernando Ruiz: “Algunos tratamientos son pagados por las EPS”. Todos los tratamientos los ha pagado el Estado. En la mayoría de los sistemas de salud del mundo, los recursos en salud son manejados por el Estado. Por ello, debemos igualarnos a los estándares de los mejores sistemas de salud del mundo.
Durante treinta años, las Empresas Promotoras de Salud, EPS, que son administradoras privadas de recursos públicos, no han sido propiamente las que atienden a los pacientes, como cree la mayoría de la población. Quienes realmente atienden a los pacientes son las Instituciones Prestadoras de Salud, IPS (clínicas y hospitales). De esta manera, el Estado colombiano perdió el control de millonarios recursos, pues las EPS son las que los administran, es decir, lo que pasó en Colombia fue una apropiación privada de los recursos públicos. Es de anotar que la mayoría de los sistemas de salud en el mundo tienen un manejo público de los recursos públicos.
El manejo privado de los recursos públicos ha generado gran corrupción. La ministra de salud afirma: “Una reforma a la salud no va a resolver el problema de la corrupción en Colombia. Eso requiere una reforma política y una reforma institucional del Estado”. Con el sistema actual, quedó un solo actor con todas las funciones, y ella afirma de nuevo: “Yo cobro, yo pago, yo audito, yo contrato, yo organizo la red, incluso por encima de las leyes colombianas”.
El manejo privado de los recursos públicos no ha tenido organismos de control. Con la reforma, las Administradoras de Recursos en Salud, ADRES, serán no solo un pagador único sino un sistema de información al que podrá acceder cualquier colombiano para ver cómo se han invertido los dineros. Hoy, el ADRES gira el 70% de los recursos públicos, pero el ordenador es otro. El ADRES será pagador único y se desconcentrará: los recursos se pagaránn directamente desde Bogotá y se contabilizarán en los Fondos Regionales, que no manejarán dineros. El ADRES será, además, un sistema de información que permitirá a los colombianos ver los giros de los recursos y las transacciones que se hacen allí.
- Consolidación de un manejo de modelo de Atención Primaria en Salud.
El 80% de prestación de servicios de salud en Colombia es privado. La base del sistema de salud debe ser la Atención Primaria en Salud. Los Centros de Atención Primaria Integral en Salud, CAPIS, tendrán capacidad resolutiva. Todos los colombianos tendrán, a menos de una hora de distancia, los servicios elementales en salud: sala de partos, urgencias y consulta externa. Todo el nivel primario será financiado por oferta, haya o no haya pacientes. Todo ciudadano debe tener servicios de urgencias las 24 horas.
En el mundo, los sistemas de salud invierten el 30% en Atención Primaria, en Colombia no se llega al 10%.
En el nuevo modelo de salud, no se necesitará la autorizaciónque hoy exigen las EPS para la atención médica. Y no es populismo. La autorización es un invento colombiano y no existe en los sistemas de salud del mundo.
- Dignificación laboral del personal de salud
Es indignante que más del 60% de los trabajadores de la salud (profesionales, técnicos, tecnólogos y personal administrativo) laboren por prestación de servicios, donde se violan sus derechos laborales. Con la reforma se construirá un régimen laboral especial y se formalizará a todos los trabajadores.