Oscar Hernández – Poesía

La patria en la puerta

Golpean la puerta

como que no se oiga,

con aquel sonido que tiene

la pobreza que va de sitio a sitio.

Van a dejar tamales?

El chico no es más que un envoltorio

de miseria y una frase

para todas las horas.

Lo miro allí, en la puerta,

ocupando esa raya de luz

que deja el ala abierta

y se oscurece la palabra patria

porque ella es la que ha tocado

en los nudillos de tanto abandonado.

Son de arroz…

los hacen en la casa.

Adentro huele la sopa

de los míos.

Unos segundos más y la patria,

esa patria andrajosa,

está sentada en el pasillo

con sus tamales a un lado

y un plato lleno de alegría y de humo.

Los hacen en la casa…

Un día llegaron

Un día llegaron los constructores de pirámides

para inventar la raza de cargadores de piedras

enterrados cerca de sus amos

un día llegaron los bárbaros

y buscaron enemigos para ahogar

un día llegaron los sonantes guerreros

y cortaron el caldo de la vida

con espadas que volaban sobre los penachos

un día llegaron los señores

y pisotearon a sus hermanos menores

después de levantar castillos fortalezas catedrales

cerca del suave camino de la seda

que andaba en las patas de sus animales

un día llegaron los usurpadores de la tierra

y sofocaron a sus dueños

contra la frescura de la pradera

ante la mirada del bisonte cerca del brillo del oro

un día llegaron los urbanizadores

y enterraron a sus semejantes

entre el cemento el hierro el petróleo

las monedas y los rascacielos

un día llegó la sangre sola y ella misma se ahogó

entre su vieja y maltratada historia

quisimos arrepentirnos

pero ya la sangre nos llegaba a los ojos.

Oscar Hernández. Medellín, Colombia, 1925 – 2017. Periodista, poeta, narrador, músico, actor y ensayista.

Emisario de la historia, el poema toca a la puerta y dice: no tengo ni pido permiso, si la guerra y la civilización extienden humos, yo decido alimentar los fuegos de la esperanza; toco la puerta, esperando que sus bisagras crepiten chirreen canten la música más insoportable, la más necesaria que pueda haber escuchado corazón alguno en su terquedad. En la poesía de Oscar Hernández crepita el llamado a abrir de par en par las puertas de la condición humana, siguiendo la sangre que bombea del corazón a la mirada.

Los poemas aquí publicados pertenecen al libro Oscar Hernández M. Un hombre entre dos siglos.

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