
En el bus
Hay quienes apoyan su cabeza en la ventanilla
y de su oído gotea
la lluvia que abre el día.
Otros pasajeros celebran el arribo a su destino
cantando.
Y el amor evocado en la última banca
palpita en la luz intermitente.
En el bus los paisajes huyen como la cinta
del cassette.
Chispa
Busqué una chispa de inspiración
en las esquinas más templadas
de mi tiempo y tras el cristal espiaba a las aves
hasta tirar al piso esa vidriera
pude ver una manzana incinerada
como el cerro Quitasol de mi infancia
al lado de algunos amores yertos sepultados
Por mi cabeza fluye una peña
laberinto donde un niño golpea a la pared
ventana al mar con luz de fondo
En la ciudad que huelo con nostalgia
en el lienzo del día pinto un tren el bus la moto
un taxi
O los domingos en que las muchachas
de cortas pantalonetas
abren la puerta
secan el balcón
decorado sinuoso para estas montañas asediadas
por la belleza
EL POEMA COMO LOS DUENDES
cada vez
es más difícil
de cazar.
Distante
a las estrofas
donde huele
a verso.
Helado y sorpresivo.
Poema
en los pasadizos
del sueño.
Y esquivo
a nuestro amor
de papel.
Walther Espinal. Medellín, 1980.
El poema es ojo explorador de las horas sin oficio, tiempo para comulgar con el instante que es hoja, insecto, piedra, excusa que se impone en la arquitectura del pensamiento, promesa que talla en el zapato y nos recuerda el color de las ausencias, las formas y tamaños de la esperanza.
Los poemas aquí publicados hacen parte del libro El paso a la palabra (2021).