Escrito y Fotos Por: Jhon Mario Marin Davila
El parque de la resistencia se encontraba con una diversidad de apuestas artísticas, performáticas, inmensos mensajes denunciando, alentando y cuestionando la independencia y democracia, y de participación de muchos grupos, colectivos, organizaciones y personas independientes.
La marcha transcurrida con su amalgama de arte, hacía vibrar el cemento del fuerte resonar de las arenga y pintaban la ciudad con alegría y furia, hasta que unas cuadras antes de llegar a Parques del Río, donde se encontraba un escuadrón del ESMAD y una decena de motos de la policía, se empezó a acalorar la movilización, pues estas instituciones militares que están podridas y son represivas suelen sacar de quicio a quienes se movilizan con su sola presencia.
Los cantos se opacaron por los gases que empezaron a lanzar, donde las y los marchantes perdían el aire y la vista, sin embargo, la valentía, la indignación y la resistencia se mantiene y deciden retornar al parque de la resistencia. El retorno se vuelve angustiante, pues acorralaron toda la movilización -tuve que presenciar como aparecían de la nada por una calle y comenzaban a disparar gases de frente, aturdidoras y quedándome con la confusión si lanzaban balas de goma o de metal-.
En colectivo caminamos evitando la represión y se logró llegar por la entrada de Barranquilla de la UdeA y plantarnos antes de llegar al Parque de la Resistencia, sin embargo, no demoraron en llagar escuadrones del ESMAD, cantidades de moto y tanquetas. Aquello parecía que hubieran enviado a reprimir la movilización a quienes participan en el desfile tradicional del 20 julio.
El Colectivo: Comunicación Popular 