Por Dúber Mary Restrepo

La gesta de Benkos Biohó y la posterior traición por parte del gobernador español García Girón, se desarrolló en la Cartagena de Indias del Nuevo Reino de Granada a fines del siglo XVI y principios del siglo XVII. Iniciando cuando los traficantes portugueses hacían el desembarque de esclavos y Benkos fue vendido a un español (en 1596), de quien se fugó y, tras la resistencia –conformó el palenque de la Ciénaga de la Mutana- y después de haber firmado un acuerdo de paz en 1613, con engaño, fue capturado y asesinado el 16 de marzo de1621.
Su legado se extiende hasta el siglo XXI, marcado por hechos de libertad y nuevas simbologías dadas en momentos diferentes por generaciones que construyen historia desde este referente y que, a su vez, representan nuevos retos para las comunidades afrocolombianas en la actualidad.
Contexto histórico
El rey de Arcabuco, como también se le conoce, fue traído a la fuerza por comerciantes portugueses, a Cartagena de Indias, como esclavo con su familia (esposa Wiwa, hijo Sando e hija Orika), procedentes de la región de Biohó (actual Guinea Bissau). Era un hombre adulto y conocedor de la autonomía, perteneció a una tribu guerrera en un territorio que, en ese momento, estaba dando enérgica lucha para no ser dominado por los portugueses y escapar de los oprobiosos tratos que les daban los colonizadores esclavistas. Estas luchas le propiciaron elementos de identidad en un momento crucial de su vida, y convirtieron al hombre y guerrero carismático en un líder que logró movilizar a un grupo de esclavos para la consecución de la libertad de forma organizada y metódica desde lo étnico–cultural.
Su ideario se vio concretado con la fundación, defensa y administración del Palenque de San Basilio, a 50 km de la ciudad de Cartagena, el cual fue convertido en lugar donde convivían libres quienes huían de un sistema económico cimentado en la esclavitud como fuente de riqueza para los esclavistas. En este palenque tuvieron el poder respaldado por las estrategias de resistencia guerrera y la capacidad política de asumirse como iguales (con las limitaciones que esto significaba para la época), el cual fue reconocido mediante un nuevo tratado de paz refrendado por el rey de España en 1713, como un poblado autónomo y libre en territorio americano. Siguiendo el ejemplo de este palenque, se erigirían muchos más palenques en los Montes de María, la Serranía de San Lucas, el Baudó o el Cauca.
Universo Benkoz, un proyecto transmedia cultural
Entre las diferentes maneras de representar el cimarronaje en América, una muy representativa ha sido a través de obras ficcionales del arte gráfico secuencial como el comic o el documental. Sus referentes han sido los personajes históricos que interactúan con los ficticios dentro de una narrativa que retoma los valores y hazañas del héroe mítico y los contrasta con los valores y dificultades que representa el personaje afrodescendiente en la sociedad actual.
“Universo Benkoz” es una propuesta del artista plástico Jean Paul Zapata, inspirada en el rey de la ciénaga de la Matuna (lugar donde se refugiaron los cimarrones guiados por Biohó). Fue ganadora de la beca “Crea Digital 2015”, convocada por Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC) y el Ministerio de Cultura. Este proyecto transmedia intercultural vincula tanto formas digitales como estrategias para la difusión e interpretación artística de la cultura afro y la cultura urbana.
Involucra, además, diferentes representaciones artísticas que recrean de manera autónoma la historia de Benkos Biohó. Las más relevantes han sido la musical, realizada por Juan Chongo Cuello, quien explora la sonoridad del afro-break dando como resultado la banda sonora Brayka!; la realizada por diferentes muralistas (Ospen, Dexs, Kops, Franco, Nenchi, Sear, Maximilian Thiel); los videos y documentales realizados por Camilo Ara y Bajo Control Agencia; la coreográfica “Relatos del Virreino: Orika 2029”, realizada por el bailarín René Arriaga.
También vincula la novela gráfica o comic, desarrollada por Paul Zapata en versión digital y en app para población diferencial (link http://bit.ly/2Fowscc), impresa en tres tomos. La historia, explica el propio Paul, “cuenta la vida de un afrodescendiente colombiano con discapacidad visual llamado Julián Domínguez, quien se muda de San Basilio de Palenque a la Capital para terminar su bachillerato. En su transformación de joven a adulto, Julián se topa con la historia de Benkos Biohó, y siente que en él renace el espíritu de lucha del legendario príncipe africano. Convertido en Benkos, Julián hallará en el breakdance y la música un proyecto de vida que le permite pervivir a condiciones adversas de su entorno”.
Retos y nuevas miradas
El Palenque de San Basilio ha sobrevivido hasta hoy y es la representación material de las diferentes formas de lucha y resistencia de los afrodescendientes a lo largo de su historia, en donde ha logrado perdurar la lengua palenquera nacida de muchas lenguas, entre ellas el portugués. Es el mismo -de acuerdo a la oralidad fue fundado por Benkos Biohó- que en el 2008 fuera declarado patrimonio cultural e inmaterial de la humanidad por la UNESCO, por ser el ‘primer pueblo libre de la América colonial’ y por ser un lugar donde se conservan muchas tradiciones de las etnias africanas en este continente.
Hoy el turismo es una de las principales fuentes de ingreso para muchas regiones y los medios de comunicación digitales son la ventana promocional tanto de un espacio geográfico como de la historia y las reivindicaciones de las comunidades. En un mundo así, es un reto para los afrodescendientes confrontar las representaciones de Benkos Biohó que circulan por estos medios, como la escultura ubicada en San Basilio de Palenque que lo muestra más como esclavo y poco deja ver su heroísmo, o el busto del parque Apolo en Cartagena de Indias que lo representa desde una mirada típicamente eurocentrista.
Dar a conocer su historia, rescatar a sus héroes y presentarlos de una manera diferente desde lo étnico, eludiendo las miradas estereotipadas y apoyándose en otras lecturas contemporáneas, otras narrativas desde dentro que lleguen a un público más amplio y a nuevas generaciones, son uno de los muchos retos de los afrodescendientes para mantener vigente su historia.