
Amarrada a la estaca
la oveja ara un reloj sobre la tierra.
Sus límites son claros:
la longitud del minutero determina
lo visible lo posible.
Nubes como barbas crecen sin tregua
sobre su cuerpo
mientras
solitaria
bala
un rezo.
¿a dónde van los pájaros muertos?
¿A dónde, los que no mueren por el atropello de un coche
o en el campo por la bala de un niño o de un hombre?
¿A dónde van cuando fallecen de enfermos o de viejos?
¿Por qué no caen como frutos de los árboles?
¿Como piedras?
¿Por qué no se ven sus cadáveres por los suelos de los bosques,
las calles, las aceras, el césped de todos los jardines?
Quién los entierra, antes de que puedan los niños
y los poetas verlos deshacerse a la intemperie,
callados, quietos.
…
Y si la pobreza no fuera el pan
ni el abrazo el colchón la calle
si quien comprara en demasía
muriera de vergüenza
por sus propias manos
alcanzara para todos
como alcanza
y el hombre estuviera hecho
a imagen y semejanza de Dios
y si Dios…
la belleza se desprende de nosotros
nos desviste.
Desnudos
quedamos solo para aquellos capaces de ver
lo que sepulta el tiempo
de nosotros mismos.
María Tabares. (Bogotá, Colombia, 1958).
Los poemas de María Tabares son comunión con la certeza, disparo que hiere la pretensión de un anhelo, de un amaño. Tiempo y espacio eternizan su pulso hecho de palabras aire, ausencia, no retorno. La duda es condena en la mueca del Dios mudo, sentado en su trono inútil, hecho a nuestra imagen y semejanza.
La certeza del cuándo es poesía, la única oración que nos redime.
Los poemas aquí publicados pertenecen al libro Oración atea, Universidad Externado de Colombia (2020)
OBRAS
- La luz poemas de sombra (2010)
- Y cae y suena y nos invade (2010)
- Álulas (2014)
- Sinfonía, de mi sangre nacerán pájaros (2017)
- Al filo del mundo (2019)
