Betty Ciro

Nuevamente Bello, municipio del norte del Valle de Aburrá, volvió a dar escándalo el pasado 27 de octubre, día de las elecciones regionales. Es que para muchos habitantes del municipio esto parece un chiste, “somos el hazmerreír del país”, comentó avergonzado uno de los ediles electos de la Comuna 2.
Pero, ¿cuál fue ese acontecimiento que llenó de indignación al pueblo y que ni al Centro Democrático ni a la gran prensa los ruboriza? Se trata de la elección como alcalde para el período 2020-2023, del señor Óscar Andrés Pérez Muñoz, candidato del Centro Democrático, quien, a pesar de estar cobijado con unas medidas cautelares, resultó vencedor en las elecciones y por lo tanto recibirá la credencial como alcalde.
Efectivamente, Óscar Andrés Pérez es investigado por los delitos de “concusión, cohecho, prevaricato y celebración de contrato sin el lleno de requisitos legales” ydesde enero de 2019 le fueron impuestas, por un Juez de la república, medidas restrictivas como hacer política y salir del país; además, debía portar un brazalete electrónico. Aunque exista razón en afirmar que estas son solo medidas cautelares porque al señor Pérez aún no se le ha vencido en juicio para condenarlo, también es cierto que es atentatorio contra la ética y la moral pública que un funcionario que se encuentra investigado porque durante su gestión como alcalde, entre 2008 y 2011, dio lugar a investigaciones, ahora sea elegido nuevamente sin ser aclarada su situación.
Para Alberto, habitante de Bello, es indignante que una persona que deba portar brazalete del INPEC haya sido inscrita como candidato y, sobre todo, que se hayan realizado maniobras para que hubiese podido evadir las medidas cautelares que pesaban en su contra durante varios meses y que solo por la presión ciudadana tuviesen que ser cumplidas. Eso fue lo que ocurrió con el brazalete electrónico que, siendo una orden perentoria de un juez, su instalación se realizó apenas el 23 de octubre a escasos días de las elecciones.
Con cara gano yo y con sello pierde usted
Al parecer este es el dicho que aplicaron los señores del Clan Suárez Mira, familia que durante más de veinte años ha gobernado a su antojo el municipio de Bello. Por más que la exsenadora Olga Suárez Mira haya afirmado que perdieron la alcaldía, pero que eso ha sucedido otras veces y que se han recuperado, para quienes se mueven al interior de la administración, Óscar Andrés siempre fue el candidato de ellos. Aunque, “por si las moscas”, también tenían a Hugo Builes, hijo del exgobernador de Antioquia Alberto Builes. Al final, Builes ocupó el tercer lugar entre los candidatos, es decir, no le alcanzó ni para la curul del Concejo.
Para afirmar que Óscar Andrés era el candidato de los Suárez Mira existe un indicio muy certero. Como en todas las elecciones, a los trabajadores provisionales o contratistas les exigen que deben votar por tal o cual candidato y, además, aportar una lista de votantes cuyo número varía entre 20 y 25, listado que deber ir acompañado de números de cédula. Esta vez esa orden era aportar votos a Óscar Andrés Pérez.
Hay que recordar que los Suárez Mira, de origen conservador, hicieron parte de “Alas Equipo Colombia”, movimiento liquidado en 2009 al cual pertenecían entre otros congresistas Óscar Suárez Mira y Luis Alfredo Ramos, exalcalde de Medellín. Así tituló Caracol la noticia de la extinción de ese movimiento en 2009: “Uno de los movimientos políticos en el Congreso de la República más leales al gobierno del presidente Álvaro Uribe, Alas Equipo Colombia, se liquida”.
Resultados para el Concejo
Al Concejo de Bello llegan quince integrantes nuevos, solo repiten cuatro; sin embargo, no es para hacerse ilusiones, pues el hecho de que sean nuevos miembros no significa que no estén contaminados por los que ahora dirigirán los destinos desde afuera, o sea, tal como se hace en la política nacional: “en cuerpo ajeno”.
Un hecho que llama la atención es el gran número de votos en blanco, tanto para la Alcaldía como para el Concejo. Para esta última corporación el voto en blanco fue el ganador con un porcentaje del 16,64%, mientras que el partido que obtuvo la siguiente votación, alcanzó el 16,20%.
Gloria, líder comunitaria, asegura que estos resultados no son más que la radiografía del desencanto que le genera al pueblo la ausencia de políticas que acaben con problemas estructurales como el desempleo, la falta de acceso a la educación superior, las pocas oportunidades de los jóvenes que los hacen presa fácil de las bandas criminales. “Mejor dicho -concluye Gloria- es que el pueblo no sabe por dónde es, pero sí tiene muy claro que no es por la vía de las elecciones que se encuentra la solución”.
Buenos “quemados”
En medio de los resultados, algunos se alegran que personajes que se consideran nefastos para los intereses populares, se hayan “quemado”. El caso del concejal cuyo eslogan rezaba “lealtad y experiencia”, ha llevado a pensar que se pueden disminuir un poco las medidas en contra del pueblo, pues la “lealtad” de este personaje es irrestricta hacia los Suárez, además de la “experiencia” para manipular los acuerdos en beneficio de sus intereses personales.
Los resultados electorales del 27 de octubre que muestran una abstención del 64,63% para Concejo y de 63,69 % para Alcaldía, ratifican que muy a pesar de la compra de votos por presión para conservar o para conseguir un empleo, el pueblo sigue siendo muy incrédulo de esta vía.
Lo del alto porcentaje de votos en blanco sumado a los nulos, 3,69%, y tarjetones no marcados, 4,07% para alcaldía y 4,48% para Concejo, es una muestra de que los votantes acuden a las urnas, no porque estén convencidos de este proceso, sino porque mediante el voto pueden acceder a unas migajas que les ofrece el Estado como media jornada libre de trabajo, el descuento del 10% de la matrícula en las universidades públicas, la expedición del pasaporte y de la cédula, descuento del tiempo en el servicio militar o la forma de dirimir un empate en un concurso de méritos.